Vamos a pedirle al Señor que mire nuestro corazón y que nos ayude a sanar todo aquello que tiene una parálisis profunda.
Él les respondió: “¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?” Entonces se levantó, dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados, decían: “¿Quién es éste, a quien hasta los vientos y el mar obedecen?”.
Dios del poder y de la compasión; compadécete de sus hijos que se alejan del camino, tropiezan y bambalean causando rupturas y heridas que los hace alejarse de ti, ten misericordia de nosotros y renueva nuestras fuerzas y nuestra visión cristiana. Gracias por estar pendiente de nuestras necesidades espirituales, por responder a nuestro llamado de auxilio. En nombre de tu Hijo Amado Jesús, ilumina y ten compasión del mundo entero. Amen
Amado Padre Celestial… incrementa nuestro amor y confianza por Vos. Revélate en nuestros días. Ayúdanos a descubrirte en las cosas simples de la vida. Ayúdanos a escogerte primero… siempre!!! Tuyos somos, y tuyos queremos ser. Amén.
“Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia”. Jesús le contestó: “El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”.
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron; pero el Niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
Padre Celestial, ayúdanos a escuchar siempre Tu Voz. Abre los caminos que nos lleven hasta Vos y cierra todos aquellos que nos alejen. Reconociendo que muchas veces somos débiles, ayúdanos a reconocer a las personas que nos puedan acercar más a Vos y poder tener el valor para buscar a aquellos que se han alejado. Tuyos somos… y Tuyos queremos ser. Amén.
Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y amplio el camino que conduce a la perdición, y son muchos los que entran por él. Pero ¡qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que conduce a la vida, y qué pocos son los que lo encuentran!”
Dios todopoderoso concédenos claridad en nuestros ojos y nuestro corazón para reconocer el lobo que llevamos dentro, que al escuchar y discernir tu palabra sepamos qué camino tomar y como proceder, que cada hijo tuyo te reconozca y te profese en su vida diaria, que con nuestras acciones sirvamos fielmente en la edificación de tu Reino en la tierra, siendo
Dios nos llama hoy, para tratar a los demás en una hermandad espiritual, un cariño, una misericordia de Dios como Cristo trató a los demás en su vida terrenal, como esperamos los buenos para nosotros mientras nosotros los tratamos con mala manera a los demás, hoy es una llamada para ser tan humano en la vida, para llevarla a los demás a lo más espiritual, Dios nos bendiga, Dios nos perdona, Dios nos acompaña en nuestra historia de la vida de la misericordia de Dios con su poder del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No juzguen y no serán juzgados; porque así como juzguen los juzgarán y con la medida que midan los medirán.
Amado Padre, que en la Santísima Eucaristía te haces presente en tu pueblo, ayúdanos a siempre sentir hambre de Ti… a sentir necesidad de estar en comunión Contigo. Te pedimos, en este día, por todos nuestros hermanos que están alejados de Ti. Pedimos que ellos puedan regresar a disfrutar del banquete celestial que nos prometes cada domingo, cuando Te haces presente en la Eucaristía, mientras celebramos Tu Resurrección. Amén.
Concédenos tu gracia Señor para poder abandonar nuestras idolatrías y dedicarnos con fidelidad a buscar primero el Reino de Dios y su justicia. Amén.
Cuidemos de las imágenes, malas, sucias, que vienen, que hablan del demonio también, que vemos en muchas películas de horror, de terror; cuidemos los ojos de los niños -sobre todo-. Para que nuestra alma este lleno de los tesoros del cielo, y no las maldades. Amen.
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu Reino,
hágase Tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará’’.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre Celestial, que hace salir Su sol sobre los buenos y los malos, y manda Su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre Celestial es perfecto”.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente; pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar en juicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con él dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda”.
El que da el sabor siempre está escondido, invisible, así también Dios quiere darnos la vida por lo más interior nos da la fuerza de seguir, hay que seguir confiar en él, recuerda siempre él la santísima nos llama también a una misión de dar sabor a la misión a la vida sin nombrarlo Dios nos bendiga, nos acompañe con la gracia del cielo con la bendición de la tierra, Padre, Hijo, Espíritu Santo, amén.
vamos a pedir al Señor para iluminar lo que hacemos cada día, nuestro trabajo de cada día, trabajo de nuestros seres queridos, para que estos trabajos sean de alabanza, glorifica al Nombre del Señor. Amén.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No cometerás adulterio; pero Yo les digo que quien mire con malos deseos a una mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo”.
Descúbrenos, Señor, tus caminos y guíanos con la verdad de tu doctrina. Apártanos de nuestras idolatrías y danos la gracia de seguirte y servirte con fidelidad. Amén.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Cuando a un hijo se le mueren sus padres, es un huérfano, cuando un esposo se le muere su esposa, es viudo; pero, cuando una madre se le mueren sus hijos, no tiene nombre porque es algo que ninguna madre soporta, que ninguna madre quiere padecer; pues, María lo padeció, por eso es María la que entiende el sufrimiento del ser humano, porque ella vivió en carne propia el sufrimiento de ver perder un hijo, no quiere que ninguno de los seres humanos pasé por dificultades y por sufrimientos vamos a pedirle a ella, que no se entiende nos ayuden el caminar de la Iglesia y nos deje claro siempre que tenemos eso, una Madre que nos acompaña.