Pidamos al Señor hoy, que nos haga dóciles al Evangelio, que nos haga dóciles a ese llamado que nos hace a diario, miramos también al Señor hoy por nuestra vocación, nuestra vocación religiosa nuestra vocación de padres, nuestra vocación de profesores, nuestra vocación de profesionales, para que sea Él quien nos ayude a guiar nuestra vida y no siga bendiciendo siempre, con su presencia a nuestro lado.
Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta” (Mc. 13, 37).
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Estén alerta, para que los vicios, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre’’.
Con el salmo de este día: Dichosos los que viven en tu casa, te alabaran para siempre; dichosos los que encuentran en ti su fuerza, pues caminaran cada vez con más vigor. Te alabamos y te damos gracias, Señor Todopoderoso. Amen
vamos a pedirle al Señor nos ayude hacer las cosas bien, vamos a pedirle al Señor nos dé la fuerza de actuar en contra corriente; cuando la corriente nos quiere invitar a hacer las cosas en contra de su Evangelio
Padre Santo, mándenos tu Espíritu Santo para que seamos firmes al esperar la venida final de Jesús, y que seamos discípulos fieles en todo tiempo, y con perseverancia hasta el Día del Señor. Amén.
Luego les dijo: “Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles”.
En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: “Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir”.
Senior ayuda nos a encontrarte en los más necesitados por los siglos de los siglos …. Amen
Jesús les dijo: “En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven’’.
Entonces, unos escribas le dijeron: “Maestro, has hablado bien”. Y a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada.
Amado Padre, ayúdanos a ser mansas ovejas en tu rebaño. Háblanos con voz fuerte para que podamos reconocerte, encontrarte y seguirte. Tuyos somos y tuyos queremos ser. Amén.
Señor Jesús, ayúdanos a conócete mejor, a amarte y seguirte, y a hacer actos de amor en mi vida cotidiana. Cuando no hacemos esto, tú lloras por nosotros como lloraste por Jerusalén. Que hagamos pues, caso a tus enseñanzas y advertencias, y que busquemos la paz para que podamos ser salvos al final de los tiempos. Amen.
Él les dijo: ‘Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia’ ”.
Reflexionemos en torno a estas preguntas, asumamos el mensaje que el Ángel dirige a la iglesia, asumamoslo como algo propio y personal de cada uno y que sirva para un examen de conciencia, para revisar nuestra vida de fe y nuestra vida como creyentes y pedirle al Señor que sea Él quien nos siga orientando y que sea Él quien anime nuestra vida y que su espíritu llene las obras que nosotros realizamos.
Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?” Él le contestó: “Señor, que vea”. Jesús le dijo: “Recobra la vista; tu fe te ha curado”.
Señor, bendíganos para que no seamos como el servidor que escondió su talento, sino nos abramos a las necesidades de nuestra comunidad de fe y hagamos nuestra parte sirviendo, ayudando, construyendo con los muchos talentos que hemos recibido para estar listos cuando Tú vengas. Amén.
Pidamos a Dios, que este corazón que nos hace cercanos a Dios, hoy se libere de tantas cosas, se libere de aquello que no nos deja ser felices y podamos ser verdaderos hijos de Dios aquí en la tierra.
Aquél día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.
Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra abandonada’’.
Entonces, los discípulos le dijeron: “¿Dónde sucederá eso, Señor?” Y él les respondió: “Donde hay un cadáver, se juntan los buitres”.
En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: “¿Cuándo llegará el Reino de Dios?” Jesús les respondió: “El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes”.
Les dijo entonces a sus discípulos: “Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación”.
En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: “¿Cuándo llegará el Reino de Dios?” Jesús les respondió: “El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes”.
Les dijo entonces a sus discípulos: “Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación”.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: ‘Entra enseguida y ponte a comer’? ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú?’ ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: ‘No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer’ ”.
Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Pidámosle al Señor nos haga conscientes de tener esa luz encendida en nuestro corazón y preparar nuestra vida para su llegada definitiva
Hermanas y hermanos, pedimos a Dios que nos ayuda a administrar bien nuestro dinero, y ponemos todo nuestro esfuerzo en el servicio a Dios con buenas obras y caridad hacia los más necesitados, por Jesús Cristo nuestro senior…. Amen.
Oh Dios, que no olvidemos nunca que nos has puesto en este mundo como administradores de tus gracias, pero que la meta es llegar a tu Reino. Que con tu gracia nos mantengamos siempre fieles a tu santa voluntad. Amén