Pidamos al Señor hoy, que nos haga dóciles al Evangelio, que nos haga dóciles a ese llamado que nos hace a diario, miramos también al Señor hoy por nuestra vocación, nuestra vocación religiosa nuestra vocación de padres, nuestra vocación de profesores, nuestra vocación de profesionales, para que sea Él quien nos ayude a guiar nuestra vida y no siga bendiciendo siempre, con su presencia a nuestro lado.