“Os envío como ovejas entre lobos. Sed, pues, cautelosos como las serpientes y sencillos como las palomas.
Guardaos del pueblo, porque os llevarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas, os llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí delante de ellos y de las naciones. Pero cuando te pongan a prueba, no te preocupes por lo que vas a decir o cómo lo vas a decir, porque entonces estarás inspirado por lo que vas a decir. Porque no seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre quien hablará por vosotros.