Padre Santo tú que la has transformado, por obra del Espíritu Santo, en templo de tu divinidad, concédenos, siguiendo el ejemplo de Maria, la gracia de aceptar tus designios con humildad de corazón. Guía mi vida, acompáñala porque mi vida es tuya. Hágase en mí según tu palabra, por Jesucristo nuestro Señor.
AMEN.