Oremos para que esta Navidad, no sea gastar y consumir, sino esperar activamente la venida tan necesaria del Señor. Que sintamos como el mundo entero necesita de su llegada, pues los seres humanos no hemos sido capaces de crear la paz y la justicia, ni mucho menos hemos sido capaces de hacer realidad el Reino de Dios. Que nuestra espera sea colmada con la dicha de su llegada entre nosotros. Amén.