Gracias Señor por la vida. Te agradecemos aún cuando estamos en las tinieblas de la muerte, porque creemos que tú nos salvas, y nos levantas, en unión con tu Hijo quien resucitó de la muerte, y vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
San Vicente de Paúl, Ruega por nosotros.