Señor mío, gracias por un día más de vida, gracias por tu infinita misericordia.
Ayúdame Padre a aprovechar este tiempo de adviento para preparar mi corazón y mi persona
como es debido para recibir a tu hijo en la navidad. Jesús, quiero asemejarme a ti, unir mi
voluntad a la tuya. Quiero seguir amándote en el estado de vida que he elegido. Por eso, mi
dulce Jesús, pido que vivas en mí para que tu fe sea la mía; tus amores, los míos; tus alegrías,
las mías. En fin, que sea uno contigo. Dame fuerzas Padre, para poder seguir siendo testimonio
de vida en este caminar y que otras personas crean en ti, a través de este testimonio. Amén.