Dios todopoderoso lava nuestra ceguera como al ciego de Siloe, levanta nuestra cuerpo de su inercia como levantaste a Lázaro, guía nuestros pasos como guiaste a tu pueblo en el desierto; derrama tu Espíritu Santo sobre nosotros para ser renovados en ti. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen