Ser cristiano no es una vacuna contra todo riesgo, ser cristiano como María es confiar, es amar, es estar de pie, decir amén y dejarse conducir por el Espíritu, fundamentalmente confiar en el Dios que no miente y es fiel. Todo lo demás es relativo, sólo Dios es absoluto. Pidamos como la Sagrada Familia que sepamos ser fieles a Dios en todo, y como Simeón sepamos descubrir al Señor que viene a nuestra vida y trae la salvación y la gloria. Dios bendiga a todos.