Dios todo poderoso y eterno, gracias por habernos dado a tu Hijo que con su palabra nos guía y anima hacia una vida mejor, te pedimos nunca alejarte de nosotros y mantener tu espíritu vigente sobre la humanidad, y así ser capaces de asimilar Tu Reino en la tierra. Te lo pedimos en nombre de Jesús tu hijo que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y. son un solo Dios. Amén.
Bendito sea el Señor, que nos salve.
Tu, Señor, eres mi refugio.
El mensaje del Señor resuena en toda la tierra.
Mientras tenemos tiempo en este mundo, procuremos cambiar de vida, de comportamiento y de modo de pensar y procuremos Leer los Signos de los Tiempos. Y Tratar con justicia al prójimo es lo que el Señor busca en nosotros.
“Tengo que pasar por un bautismo, y, ¡qué angustia siento hasta que esto se halla cumplido!” (Lucas 12: 50).
El Señor es nuestra ayuda
Bendito sea el Señor, Dios de Israel.
Cantemos la grandeza del Señor.
Padre celestial, te damos gracias por la fe que nos has dado. Envíanos tu Espíritu Santo para fortalecernos en el camino de la vida, y en el seguimiento de Jesús quien dio su vida en la cruz por cada uno de nosotros sus hermanos e hermanas, y te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amen.
Que hoy, nuestra Virgen María me ayude en mi caminar hacer un peregrino lleno de confianza junto a tu hijo Jesús, amén. Que Dios les bendiga en este día.
Pidamos al Señor la gracia de identificar quién es un hombre de Dios, quién es un profeta y cuando lo identifiquemos y ese hombre de parte de Dios nos hable que no queramos matarlo, que no queramos eliminarlo de nuestra vida, ya que la Palabra de Dios, es decir la acción de Dios en nuestra vida hay que acogerla de forma integral.
Señor, que todos tus fieles te bendigan.
“Pero el Señor le dijo: ustedes los fariseos limpian por fuera la copa y el plato, y por dentro esta llenos de robos y malicias. ¡Insensatos! El que hizo lo de fuera ¿no hizo también lo de adentro? Den, más bien, como limosna lo que tienen y todo será puro” (Lc 11, 39-41).
Tú, Señor, Dios de la ternura, no desprecias a un corazón quebrantado y humillado, por eso hoy me presento ante Ti para pedirte que me hagas libre de toda atadura, sentir tu plena libertad y poner toda mi confianza en Ti. Me sostengo en tu Palabra, en tus promesas y en tu poder sanador
Señor, gracias por la invitación que nos haces al Banquete de las Bodas de tu Hijo en la realización de tu Reino. No permitas que seamos necios y rechacemos esta gran invitación. Al contrario, ayúdanos a llevar a tu pueblo este mensaje de esperanza que enjuga las lágrimas de los que sufren y destruye el mal de la muerte, en y por Cristo Jesús, por siempre. Amén.
Mi oración hoy día es poder escuchar tu palabra, Señor, y ponerla en practica. Pero más importante es la forma en que vivo este minuto de mi vida, alegre en tu amor. Amen
Jesús va a revelar que el poder de él está por encima del poder del demonio. Entonces la invitación que el Señor nos hace en este día es a considerar su poder por encima del poder de todos los males. Hermanos, que el Señor en este día nos ayude a descubrir en él la fuerza para nuestra vida. Que Dios les bendiga.
Dios Padre te damos gracias por recordarnos que la oración de petición nunca debe de faltar; que al llegar a tu altar pidamos por nuestras necesidades, y las de nuestros hermanos ya que tú nunca nos vas a fallar, manda instrumentos tuyos para que aquellos en necesidad te encuentren. Te lo pedimos en nombre de Jesús tu único Hijo, nuestro salvador. Amen
Que el Padrenuestro que nos habla el evangelio del día de hoy nos lleve a ser orantes y perseverantes en la oración que el Padrenuestro que esta en el cielo nos llene de su grandeza, y que la Santísima Virgen María nos acompañe junto con su Hijo, nos regale su bendición y se quede con nosotros en este día, Dios les bendiga. Amén
Hoy nosotros también escuchando la palabra de Dios, roguémosle al Señor que nos conceda la gracia de no solamente escuchar la Palabra de Dios, sino también ponerla en práctica.
En el peligro grité al Señor y me atendió.
Te invito a que oremos juntos. Confiando en el amor de Dios nos dirigimos a él diciendo: Dios, Padre de bondad, te pedimos, como en el adre Nuestro, que venga a nosotros tu Reino, y que sepamos recibirlo con alegría. Danos el celo por el Evangelio de tu Hijo, para saber propagarlo con amor y esperanza a quienes aún no lo conocen. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
Pidamos le al Señor que nos ayude, que nos guie, que nos bendiga y acompañe siempre pare que juntos vivamos el gozo de vivir en la misión con el Señor. Amén.