Dios, Padre de bondad, te damos gracias por tu palabra que alimenta nuestras almas. Te pedimos que nos des la gracia del valor y la alegría para anunciar el mensaje de la salvación a tiempo y a destiempo, especialmente a los que se encuentran más necesitados de escuchar que tú los amas y que tu amor es siempre incondicional. Que no nos de miedo o pena compartir nuestra fe con los demás. Que tu luz brille en nosotros a través de nuestras obras y palabras para que quienes nos vean y escuchen crean. Te lo pedimos por tu mismo Hijo, Jesús. Amén.