Amado Señor Jesús, que tu Cuerpo y tu Sangre en la Santísima Eucaristía, sea un recordatorio de tu muerte por nosotros en la Cruz, y de cómo quisiste redimirnos derramando tu preciosísima Sangre por amor a nosotros. Ayúdanos a que nunca olvidemos este gran regalo que nos has dado y que seamos agradecidos y fieles a ti reconociéndote siempre en el pan y vino consagrados y en nuestros hermanos. Amén.