“Dios nuestro, vida de los creyentes, gloria de los humildes, felicidad de los justos, escucha nuestras suplicas y sacia, con la abundancia de tus dones, la sed de quienes esperamos en tus promesas. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Señor Jesús, tú nos conoces tal y como somos; te pedimos nos ayudes a escuchar tu llamado cuando la tentación a lo vano nos acose, cuando la desobediencia haga estragos en nosotros y lo atractivo de lo mundano empiece a alejarnos de ti. Gracias por tus bondades al reconocernos que somos de tu rebaño. Con toda la fe y esperanza queremos merecer ser contados como tuyos. Amén.
O Jesús, tu eres mi vida. En ti encuentro verdes praderas y agua que da vida. Ayúdeme a poner atención a tu voz y saber discernir en el Espíritu Santo mi vocación. Y mande muchos obreros nuevos a la mies para hacer la cosecha para tu Reino, tu que eres nuestro Buen Pastor y que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amen.
Señor, te damos gracias por la victoria de Cristo sobre el Pecado y la muerte. Concédenos que, confiados en la fuerza de su Espíritu, también nosotros en nuestras comunidades parroquiales y en nuestros ministerios mostremos con nuestras obras el poder de la resurrección. Amén.
Gracias te damos porque tu Espíritu nos mueve hacer cosas para que seamos parte de Ti. Te pedimos por todas las comunidades para que saquen adelante a todos esto proyectos que tiene, te pedimos por nuestros países, por Colombia, por América Latina para que tu veas en nuestro continente un pie para seguir caminando a tu lado. Amén.