Amado Padre, Tú eres nuestro protector y defensor. Hoy nos unimos en oración, junto con todos nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo, en contra de los actos terroristas en todas sus formas. "Tú, Señor, escuchas los deseos de los pobres, los reconfortas y les prestas atención. Tú haces justicia al huérfano y al oprimido: ¡que el hombre hecho de tierra no infunda más temor!" (Salmo 10:17-18). Amen.