Pedro pondera también su falta, pero permanecerá en el amor, estaba seguro de ser amado aun y de poder amar todavía.
Cuando pensamos que Dios no puede perdonarnos nos convertimos en Judas. Pero también podemos convertirnos en Pedro y escuchar la palabra que nos hará revivir. ¿Me amas? Esto es lo que cuenta. ¿Me amas?