Oremos al Señor, pidámosle muchísimo que nos ayude a acrecentar esta fe primero que todo, que también nos ayude a seguir adelante fortalecidos sin que el mundo acabe con lo que Dios nos ha regalado. El Señor nos acompañe, el Señor nos bendiga para seguir luchando y mantenernos firmes hasta el final. Amén.