“con nuestra perseverancia salvaran nuestras almas”. Con nuestra paciencia o perseverancia cultivamos un estilo de vida cristiana que nos ayuden a responder a nuevos retos.
Pidamos a Dios, que este corazón que nos hace cercanos a Dios, hoy se libere de tantas cosas, se libere de aquello que no nos deja ser felices y podamos ser verdaderos hijos de Dios aquí en la tierra.
Entonces, los discípulos le dijeron: “¿Dónde sucederá eso, Señor?” Y él les respondió: “Donde hay un cadáver, se juntan los buitres”.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: ‘Entra enseguida y ponte a comer’? ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú?’ ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: ‘No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer’ ”.
Señor Jesús hoy nos has enseñado en tu palabra que somos el
templo de Dios y que tu espíritu santo habita en nosotros perdónanos por
destruirlo con el pecado y reconstruyenos de nuevo. Amen
‘No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer” (Lc. 17,10)…
Demoles gracias al señor entonces por ese don de la fe, que es un regalo para que nos podamos abrir a los demás en ese desafío que es el perdón en un mundo en conflicto, en un mundo en el estado con todo, con la naturaleza, a la que devoramos con todo aquello que genera conflictos en las relaciones sobre todo con su carga de violencia, seamos creíbles y seamos motivos de alegría y no de escándalo para los demás, vamos entonces cerrar la palabra para que se haga vida en cada uno de nosotros, hasta luego.
Espíritu Santo, a ti te pertenezco con todo mi corazón y mi mente. Enséñame a elevar la mirada para ver tu gloria y tu plan maravilloso para mí y mis seres queridos, para la Iglesia y
para todo el mundo. Amén.
Hermanas y hermanos, pedimos a Dios que nos ayuda a administrar bien nuestro dinero, y ponemos todo nuestro esfuerzo en el servicio a Dios con buenas obras y caridad hacia los más necesitados, por Jesús Cristo nuestro senior…. Amen.
“Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz’’ (Lc 16, 8).
‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que se me había perdido’. Yo les aseguro que así también se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se arrepiente”.
Pidamos a El nos ayude a estar siempre seguros y tener la esperanza intacta de que este mundo no acaba con la muerte, sino de que Jesús es aquella resurrección más allá de esta vida.
Dichosos los que trabajan por la paz,
porque se les llamará hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos”.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos".
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más". Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido".
Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido’’.
Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
Así pues, la casa de ustedes quedará abandonada. Yo les digo que no me volverán a ver hasta el día en que digan: ‘¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!’ ”
Pidamos a nuestro Señor que nos de la capacidad de entender que todos y todas estamos llámanos a la mesa del Reino de Dios. Amen.
Pidamos a nuestro Señor que nos de la capacidad de entender que todos y todas estamos llámanos a la mesa del Reino de Dios. Amen.
Entonces el Señor dijo: “¡Hipócritas! ¿Acaso no desata cada uno de ustedes su buey o su burro del pesebre para llevarlo a abrevar, aunque sea sábado? Y a esta hija de Abraham, a la que Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿no era bueno desatarla de esa atadura, aun en día de sábado?”
A pesar de nuestra debilidades y defectos, Dios espera que cada uno de nosotros podemos dar buen fruto a la humanidad.
Pidámosle al Señor nos ayude a leer esto que está pasando con un signo, sobre todo para afianzar nuestros lazos de familia, con los que tenemos más cerca.