Protege, Señor, a los que esperamos en ti
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava
¿Cuál es el propósito de mi vida en este mundo?
El Señor es mi luz y mi salvación.
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Bendito seas, Señor, para siempre.
Uno solo es sabio; el que está sentado en su trono!
Perdona me, Señor, las culpas de tu pueblo