“Bendice, al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá que a Él le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor.” Amén