Amado Padre Celestial; ayúdanos a reconocer, admirar y agradecer los milagros cotidianos que nos regalas en abundancia. Te pedimos, Señor, que podamos mirar con los ojos del alma para no perdernos nada de Tu Hermosa Creación. Ayúdanos también a valorar la vida, a potegerla, a luchar por ella. Amén.