Demoles gracias al señor entonces por ese don de la fe, que es un regalo para que nos podamos abrir a los demás en ese desafío que es el perdón en un mundo en conflicto, en un mundo en el estado con todo, con la naturaleza, a la que devoramos con todo aquello que genera conflictos en las relaciones sobre todo con su carga de violencia, seamos creíbles y seamos motivos de alegría y no de escándalo para los demás, vamos entonces cerrar la palabra para que se haga vida en cada uno de nosotros, hasta luego.