Que en este domingo y en la semana que le sigue, nos ayudes Señor, a orar y reflexionar en la sabiduría que viene de ti y que veamos en Cristo a nuestro Buen Maestro que nos quiere guiar por el sendero de la vida santa que le agrada a Dios. Que de esta manera hagamos lo que nos pide la aclamación antes del Evangelio: “Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida”.
¡¡¡Amén!!!