Pidamos a Nuestro Padre Dios que, nos ilumine con su Espíritu para que este adviento siga siendo un tiempo de preparación profunda para recibir al Niño que nace en Belén con un corazón nuevo y una mente renovada que, nos permita fortalecer nuestro compromiso en el proyecto de Vida que Dios Padre ha encomendado a su Hijo y a nosotros. Amén.