Padre de amor y de fidelidad, ayúdanos a ser perseverantes en cumplir tu voluntad y caminar hacia Jerusalén en misión de Jesús. Danos perseverancia en nuestras vocaciones, y en nuestros ministerios, para que seamos constantes en hacer el bien a nuestros hermanos y hermanas, y tener compasión y amor como tú tienes con nosotros. Amén.