En este tiempo de prueba que estamos viviendo te pedimos Dios misericordioso tengas piedad y misericordia de tu pueblo, perdona nuestras faltas y muéstranos el camino que conduce a ti, inflama los corazones de tus fieles con tu amor, fortalece nuestra fe e ilumina con tu gracia a nuestros obispos y sacerdotes para que sigan celebrado los sacramentos con entrega y diligencia por el bien de toda la humanidad. Todo esto te lo pedimos por Cristo nuestro Señor, amen.