quisiera pedirle al Dios de la vida que nos dé esa fuerza para relacionarnos correctamente con la ley y que la vivamos como cristianos, como cristianas, como bautizados, como bautizadas, que sea una ley que libere, que nos haga hijos de Dios y que sea una ley que construye libertad, que construye fraternidad, que nos ayuda a seguir creciendo.