Dios, Padre Celestial, te glorificamos por el orden que has puesto en el Cielo y en la tierra, en el mundo visible e invisible, a través de tus Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael; tus ángeles custodios; y todos los ángeles del Cielo. Te pedimos que como Natanael, creer en tu Hijo como nuestro Salvador y Rey, a quien los ángeles le sirven para salvación nuestra. Amén.