Padre Santo y Misericordioso, ayúdame con tu gracia y la luz de tu Santo Espíritu, a no ignorarte cuando te me presentes en el camino en uno de esos mis hermanos más pequeños, ayúdame a saber responder favorablemente a sus necesidades sin importar cuales sean y quienes sean hacerlo de corazón y con mucho amor sabiendo que siempre que lo haga a ellos lo estoy haciendo con tigo. Amén.