Todopoderoso y sempiterno Dios, Tú adornas el cuerpo de Tu iglesia con el testimonio de Tus Mártires. Concede que los sufrimientos de San Ignacio en este día que le dieron gloria imperecedera nos traiga a nosotros una protección eterna. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Padre Amado, muéstranos siempre el camino que debemos seguir para poder estar en comunión Contigo. Ayúdanos a reconocer cuando Tú quieres que hablemos y cuando Tú quieres que guardemos silencio. Que uestras palabras y silencios sean siempre para Tu Gloria. Amén
Tu Señor, que concediste a santa Teresa de Jesús, un conocimiento profundo de la sabiduría divina, concédenos, por su intercesión, ser siempre fieles a tu palabra y llevarla a la practica en nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo. Amén.
Pidámosle al Señor nos haga conscientes de este signo en nuestras vidas y que cada vez que nos sintamos con ganas de pedirle una señal, recordemos que nos dio una señal de amor la resurrección.
Que este día en todo lo que hagamos sintamos la presencia bondadosa de Dios con nosotros y con generosidad nos unamos a él en la transformación del mundo para que su Reino se haga una plena realidad.
Señor, yo te doy gracias este día. Tú me acompañas en tiempos difíciles de grandes necesidades e incertidumbres. Por favor aumenta mi comprensión de tus maneras de amar. Te pido ahora que Tú me otorgues, a través del poder del Espíritu Santo, la valentía, fuerza y alegría que necesito. Amen.
Amadisimo Señor Jesus te damos infinitas gracias por tu infinita misericordia y amor incondicional hacia nosotros que somos pecadores. Gracias infinitas, Señor por darnos la oportunidad de reconocernos pecadores y correr hacia ti por medio de la reconciliacion. Amen
Pedimos a Dios que nos ayuda a ver Marta y María en una sola manera de vivir. Primero Estar siempre con Dios en una oración permanente y escuchamos siempre su palabra que nos inspire para hacer la voluntad del padre. Luego hacemos nuestros quehaceres, trabajo y preocupaciones que llevamos con mucho amor y esperanza en Dios. Si estemos convencidos que Jesús está con nosotros y escuchamos su palabra, nuestra vida y nuestro trabajo sean siempre bendecida…… Amen
Mi Dios, gracias por otorgarme el don de saber comprender que el único mandamiento que debo seguir es de amar al Señor mi Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas del ser, y amar al prójimo como me amo a mi y como te amo a ti. Permite a esta sierva tuya ser obediente al llevar tu mensaje de misericordia, compasión y amor a tus hijos mis hermanos. Amen
Los invito pues en este vigésimo séptimo domingo del tiempo ordinario a recordar que nuestra fe nos debe llevar a confiar profundamente en la providencia del Padre, y qué producto de esa confianza nosotros no nos olvidemos de comunicar a otros con humildad y sencillez el evangelio la buena noticia.
Padre nuestro y lleno de bondad, por los méritos de tu hijo Jesucristo, permítenos experimentar la alegría de ser tus hijos y llenos del Espíritu Santo, compartir nuestra alegría con los demás. Amén.
Apoyemos el grito del Papa Francisco de Cuidar Nuestra Casa Común ya que aún es tiempo de hacer algo por ella. Que los frailes menores, los capuchinos, los conventuales, las hermanas Clarisas y la Orden Seglar nos ayuden a dar testimonio de la grandeza espiritual de San Francisco, cuidando nuestra casa común y velando por la vida digna de todos, especialmente los pobres y los enfermos. Amén.
Quisiera en este día, poder pedir a Dios que nosotros podamos caminar con otros y otras. Aunque no es fácil, que tengamos la fuerza necesaria para hacer la tarea. Quisiera pedir también, que podamos ser discípulos capaces de compartir esta buena nueva que conocemos Jesús resucitado.
Pidamos a Cristo la gracia de ganarnos el primer puesto en el reino de los cielos por nuestra sencillez y sinceridad en el momento de servir a los demás. María, madre nuestra, enséñanos a ser como niños. Cambia nuestro corazón y hazlo como el de tu Hijo Jesús. Que aprendamos, como Él, a vivir siempre en las manos del Padre. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amen.
Pensemos entonces un momento, si lo que estamos haciendo en nuestras vidas beneficia a los demás, piensen los demás, agrada a los demás, o por el contrario luchó para vivir y ganar individualmente.Que el Señor nos ilumine y nos llene de su gracia para construir el reino que incluye a todas.El Señor les acompañe siempre.
Gracias hermanos y hermanas por apoyar este ministerio llamado Wordnet y por reflexionar y llevar a la vida la Palabra de Dios que se nos ofrece este domingo. ¡Que el Señor les siga acompañando en su jornada de fe! Amén.
El Señor será nuestro pastor
Te pedimos que nos des el deseo de embarcarnos en un scubrimiento personal de quién eres tú. Danos la gracia de recorrer este camino de fe. Ayúdanos a abrazarte diariamente en el camino del discipulado, con sus penas y alegrías. Amen.
Amadisimo Señor Jesus te damos infinitas gracias por darnos la oportunidad de conocerte mejor. Te pedimos amadísimo Señor que inclines nuestros corazones a tus preceptos y así seguirte fielmente. Amen.
Roguémosle a Dios, que nos conceda, la gracia de ser signos vivos de Jesús y la gracia de predicar el mensaje de amor a todos.
Señor Jesús, ven a nuestro encuentro y permítenos escuchar tu voz, tu palabra y ponerla en práctica. Que todo lo que hagamos sea para la mayor gloria de Dios y para el bien de nuestros hermanos que sufren. Te lo pedimos por la intercesión de la Inmaculada Virgen María. Amén.
Les comparto parte de una “oración para después de la Comunión” escrita Por San Padre Pio. Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz, y sin ti, estoy en tinieblas. Quédate conmigo, Señor, para que escuche tu voz y te siga. Quédate conmigo, Señor, porque deseo amarte Mucho y estar siempre en tu compañía. AMEN