Señor Jesus te ofrecemos nuestro sufrimiento y dificultades para que nos guies e ilumines nuestro caminar hacia ti. Gracias amadísimo Señor Jesús, alabado seas por los siglos de los siglos. Amen.
Pedimos a Dios que nos ayuda a rechazar las actitudes de malos como rencor, venganza, celos, manipulaciones y las decisiones injustas, porque son las causas que hacen sufrir nuestros hermanos/as y nos hace vivir infeliz. Y que El senior Jesús nos ayuda a vivir los valores cristianos; amar al prójimo, respetarse mutuamente, perdonarse, vivir en la comunión fraterna, aceptar las correcciones, aconsejarse como hermanas y hermanos en Cristo por los siglos de los siglos….amen.
Dios de sabiduría, tú que encomendaste a tus discípulos a que salieran a evangelizar de dos en dos, haznos fieles servidores a las necesidades del joven de hoy, pon en nuestros labios las palabras de conocimiento para que ellos se sientan parte de tu pueblo, exploradores de tu gran poder, y fuertes para la lucha que se avecina. Amen
Por eso vamos a pedir hoy a Dios desde lo más profundo de nuestro ser que sea Él que nos acompañe, que nos guíe para que nosotros seamos capaces de verlo actuar en los otros y nos podamos alegrar con lo que los otros avanzan -aveces nos ponemos a pensar solo en nosotros. Que Señor nos bendiga nos acompañe y nos guíe siempre. Amén.
Ayúdanos, Señor a confiar en tu Palabra que nos dice “No temas, basta que tengas fe” y con esta confianza concédenos dar testimonio de ti en toda circunstancia. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.
Padre misericordioso. Tú conoces mis egoísmos y sabes cuánto necesito de tu gracia para poder seguir tu mandato del amor. Ayúdame a aumentar mi fe, esperanza y caridad. Gracias, Señor, por buscarme y por tu constante e infinita misericordia, a pesar de mi debilidad, de mi infidelidad. Aumenta en mi la caridad y atención a las múltiples oportunidades que me das para colaborar con tu gracia y crecer tu amor. Guía me para tomar cada encuentro con los otros como una oportunidad para dar testimonio de Jesucristo. Amen.
Dios Padre, nos ha llamado como Jeremías aún antes de nacer para dar testimonio en nombre de Jesús. Ayude a la iglesia y a cada uno de nosotros de ser su voz profética en medio de un mundo de falsedad. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Señor, qué paz me da, el ejemplo de tu Madre al ofrecerte a Dios, como el acto de cualquier mamá que ofrece a Dios el fruto de su amor en cada alumbramiento. Ayúdame a aprender de María a guardar y meditar tu Palabra en mi corazón y a ser dócil como Ella y hacer de Ti el centro de mi vida. Por Jesucristo Nuestro Señor. AMÉN
Oremos para que los cristianos sigamos sembrando confiando en Dios que da crecimiento.
Seguro, confiados en señor, podemos compartir nuestra alegría, nuestra fe, nuestra luz con los demás. No nos dejamos desanimar, vencer o esconder.
Amado Señor Jesús, ayúdanos a tener un corazón dócil a tu palabra que se quiere plantar en el. Y que este corazón se siempre terreno bueno para que tu semilla crezca y de abundantes frutos para gloria tuya y beneficio de tu Santa Iglesia. Amén.
Señor Jesús queremos ser hermanos guíanos en la vida y cumplir tú voluntad, aumenta nuestra fe y nuestra esperanza. Le pedimos a nuestra madre la virgen maría que interceda por nosotros AMEN.
Señor, danos la sabiduría para reconocer que todo lo que nos sucede en nuestra cotidianidad es con un propósito que viene desde ti y que nos lo presentas para nuestro crecimiento personal y espiritual. Amén.
Señor Jesús, envía tu Espíritu Santo a nuestros corazones para creer en tus promesas. Y por el mismo poder de tu Espíritu líbranos del pecado y de la muerte eterna, permítenos ver tu gloria en nuestras vidas, rescátanos de la opresión del Maligno y enséñanos a proclamar tu Nombre viviendo siempre en la alegría del año de la gracia del Señor. Amen
Abre Señor nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu Hijo.
Amen.
San Pablo recibió el privilegio de predicar la persona de Jesús.
Roguémosle al Señor que nos conceda, como a Pablo, el don de vivir los valores de Jesús y su evangelio.
Señor gracias porque has querido venir al mundo para sanar nuestras enfermedades del cuerpo y del alma. Señor alivia las enfermedades de nuestros familiares y amigos. Dios mío, aumenta mi fe para que tu puedas entrar en mi corazón y curarme de todas mis enfermedades. Amen.
Señor ayúdenos a hacer buen uso de las emociones humanas con que nos has bendecido para que las usamos siempre para el bien, y no para el mal, y crezcamos en amor unidos con Jesús. Amén.
Pidamos ale Señor que nos ayude a descubrir que primero son las personas antes que las leyes, primero son las personas antes que le radicalismo de hacer – yo no hago nada y me olvido de todo el mundo porque es el día de descanso. Digámosle al Señor que estamos dispuestos a glorificarles el día que se lo merece, el domingo como todo buen cristiano, es el día en celebración en familia para la gloria de Dios. Adiós.
Señor Jesús, tu que viniste al mundo a salvarnos, enséñanos a celebrar tu presencia real en la Eucaristía, en la Iglesia y en el prójimo, sabiendo que tú estás siempre con nosotros. No permitas que olvidemos que aunque los tiempos se pongan difíciles y nos sintamos solos, tu Espíritu Santo nos guía con tu amor y tu luz. Amén.
Que el Espíritu del Señor nos permita darnos cuenta del vino que nos hace falta en nuestras vidas, hogares y lugares de trabajo y estudio para que aceptemos beber de ese vino nuevo que nos transforma en personas solidarias para mantener la alegría y la esperanza en nuestros ambientes. Amén.
Dios todo poderoso que le diste poder a tu Hijo Jesús para convocar y cambiar a los pecadores, ejerce tu poder en nosotros para que como Mateo que era un hombre imperfecto busquemos la imitación a Jesús al ser llamados a seguirte. Te lo pedimos en nombre de Jesús tu Hijo amado. Amen
Como la gente que vio y experimentó este milagro de Jesús, digamos: “¡Nunca habíamos visto cosa igual!” y oremos dando gloria a Dios por su compasión para con todos. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Pidamos le a Señor que no se esta fortaleza, que no nos alejemos de Él que no endurezcamos nuestros corazones y que ante todo tengamos una fe abierta, una fe fuerte en Dios. Gracias Padre por este nuevo año y te quiero pedir de manera especial por los sacerdotes, en especial por los ministros ordenados del Verbo Divino. Amén.
Gracias, Señor, por llevarme de tu mano. Permite que, al igual que la suegra de Pedro, pueda servir a los demás. Dame la gracia de identificarme contigo para pensar como Tú, sentir como Tú, amar como Tú y vivir como Tú. Por Jesucristo Nuestro Señor, AMEN.