Gracias amadísimo Señor Jesus por tu infinita misericordia. Te damos gracias infinitas y como dice el salmo en esta lectura; “Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Mas vale refugiarse en el Señor que poner en los hombres la confianza;”
O Dios de bondad, abre nuestros corazones a recibir to Palabra en la Navidad y confiar en tu promesa que no olvidarás de incluirnos en la gran fiesta de la montaña donde tu amor nos sanará, tu gracia nos salvará y tu Hijo nos alimentará en el gran banquete celestial. Amen.
Gracias Padre porque te me has revelado!
Oremos: Dios todo poderoso no nos es ajeno que tú quieres humildad, y sencillez en nosotros fortalece estos dones que nos cuesta mucho practicar, ilumina nuestro débil entendimiento concédenos con tu gracia y poder, experimentemos tu manifestación en nosotros. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amen.
Quisiera invitarlos pues para que, dando apertura al tiempo de adviento, orientados por la Palabra, por la fe comunitaria recordemos siempre que Jesús es nuestro Mesías y que como Mesías nos promete esta liberación que tanto necesitamos, sin duda alguna que cada uno de nosotros en nuestro espacio será consiente de esta liberación que necesita.
Señor Jesús, Ilumina mi oración para que continúe con entusiasmo y confianza mi camino hacia la santidad: para que siempre haga lo que me toca hacer, todo por amor a Ti. Transfórmame con la fuerza de tu amor, en una persona prudente y atenta, para salir victorioso en cada dificultad. Dame de tu sabiduría, para tomar las mejores decisiones en mi vida. Quiero alcanzar la felicidad, llenarme de bendiciones y sólo de tu mano es posible.