Señor de los milagros, gracias por quitar el velo de mi sordera y ceguera, por darle vida a mi huesos y me pueda mover, gracias darme la esperanza de la salvación con tu llegada. Amen
al Señor para que permanezcamos humildes, dando testimonio de una autentica vida cristiana, sin intenciones de que seamos vistos como un ejemplo a seguir o de ver a los demás por debajo de nosotros, solo con verdaderas intenciones de seguir sus pasos atendiendo el llamado que se nos hace en el bautismo de tratar de ser, como él, sacerdotes, profetas y reyes.
Padre Celestial ayúdanos a siempre tener una fe tan grande como la del Centurión. saber entregarte todo el control de nuestras vidas, por más difícil que sea la situación. JESUS EN TI CONFIO.
Hay un momento dentro de la Eucaristía que tal vez pasamos por alto, justo después de la consagración que el sacerdote dice: “este es el misterio de nuestra fe” al final de nuestra respuesta nosotros añadimos “Ven Señor Jesús” en cada Eucaristía nosotros proclamamos que estamos preparados para la venida de Jesus para ir al encuentro pleno de su presencia, entre más amemos más estaremos preparados para proclamar la venida del Señor en cada Eucaristía.
Vamos a pedirle al Señor que esté pendiente, porque somos vigilados también desde lo alto, vamos a pedirle al Señor como en el padrenuestro que nos enseñó, que no nos deje caer en tentaciones, que nos ayude a cambiar, que nos ilumine para ir saliendo de este mundo – vivir en este mundo pero salirnos de él – pedimos le al Señor esta gracia. Para que todos podamos orar por todas las comunidades, orar por nosotros mismos, orar por nuestros familiares. Pidámosle al Señor que Él nos da toda su gracia.
Padre de misericordia, que tu promesa de nuestra salvación en tu Hijo Jesucristo nuestro Señor, nos mantenga fuertes y firmes hasta el final, resistiendo la opresión del enemigo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.