Mis hermanos y hermanas, concluyamos nuestra reflexión con una pequeña oración: Señor Jesús, nos encomendamos a tu sagrado corazón, manso y humilde, para que podamos aprender de ti. Permítenos crecer en el amor sincero, la piedad santa y el sacrificio sin mancha, para que por tu amor y en tu amor y unidos a tí glorifiquemos a nuestro Padre del Cielo. Amén.
“Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto"
Señor Jesús, dame la fortaleza necesaria para vivir tu enseñanza de amor. Ayúdame a darme cuenta de que me invitas a ser más generoso. Que acoja esta invitación de forma que me done a los demás. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN.
Los invito en esta fiesta de la Santísima Trinidad a que utilizando estos tres recursos que nos enseñó San Buenaventura podamos seguir busca ando la verdad,esa verdad de la que nos habla hoy el evangelio y que sea el Espíritu que nos guía hacia esa verdad,para que no sólo quedamos buscar conocimiento, sino que queramos buscar experiencia, experiencia del Dios Trino en nuestras vidas.
Señor, enciende en mi la pasión por vivir esta vida nueva contigo. Guíame para encontrar alguien que como instrumento tuyo se de apoyo en mi esfuerzo de ser fiel a esta nueva vida en ti. Amen.
Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, te damos gracias y bendecimos tu santo Nombre: tú has creado al hombre y a la mujer para que el uno sea para el otro ayuda y apoyo. Acuérdate hoy de todos los matrimonios
“Que brille la luz de Dios en nuestros corazones”.
Señor tu conoces nuestras debilidades y fortalezas, escucha nuestras suplicas y concédenos que comprendiendo por inspiración tuya lo que es recto eso mismo bajo tu guía lo hagamos realidad para que nuestra luz brille como es tu deseo y con nuestras obras te Glorifiquemos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amen.
Pensemos entonces en eso,¿realmente somos cristianos que irradiamos la presencia de Cristo? o somos esos cristianos que sólo nos llamamos así para sentirnos orgullosos.Que el Señor Jesús nos irradia nos transparente en esta vida humana esta experiencia de alegría, de gozo y sobre todo, como San Bernabé la experiencia del Espíritu Santo en nosotros.Que Dios nos acompañe siempre, así sea.
Esta celebración nos ayudará a recordar que el crecimiento de la vida cristiana, debe fundamentarse en el misterio de la Cruz, en la ofrenda de Cristo en el banquete eucarístico, y en la Madre del Redentor y de los redimidos. Que La virgin maria, madre de la iglesia intercede por nosotros y para toda la iglesia ante su hijo Jesucristo. Amen.
Envía, Señor, tu Espíritu, a renovar la tierra.
Dios de la sabiduría, derrama en nosotros tu gracia para saber responder con humildad a hechos de la vida que nos desvían del camino de conversión, esclarece nuestro horizonte de entendimiento, apacienta nuestra inquietudes y danos fuerza espiritual. Te lo pedimos en nombre de tu Hijo Jesús nuestro salvador y redentor. Amen
Mis hermanas y hermanos, cerremos nuestra reflexión con una pequeña oración: Amor del Corazón de Jesús, abrásanos. Caridad del Corazón de Jesús, derrámate en nosotros. Fuerza del Corazón de Jesús, sostennos. Misericordia del Corazón de Jesús, perdónanos. Paciencia del Corazón de Jesús, no te canses de nosotros. Reino del Corazón de Jesús, establécete en nosotros. Voluntad del Corazón de Jesús, dispón de nosotros. Celo del Corazón de Jesús, inflámanos. Virgen Inmaculada, ruega por nosotros al Corazón de Jesús. Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confiamos. Amén.
Las ramas que se caen del árbol se secan, Jesús es ese árbol lleno de vida plantado cerca del agua que da fruto que reverdece que sacia nuestra sequedad a veces cuando estamos pasando por los desiertos.Dispongamonos pues para seguir caminando hacia Pentecostés ya estamos a tres días de esta gran fiesta feliz y bendecido día para todos.
Señor que tu santo mártir san Bonifacio interceda por nosotros para que mantengamos firmemente y proclamemos con nuestras obras la fe que el enseñó con su palabra y selló con su sangre. Y que tu Espíritu Santo nos mantenga siempre firmes y unidos en nuestra fe para que todos seamos uno como es tu deseo. Te loo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amen.
O Señor, tú eres el soberano del cielo y de la tierra. Guíanos en el cumplimiento de la gran misión que nos has entregado de proclamar el amor y la misericordia de Dios al mundo entero. Amén.
Ante el Señor, su Dios, gocen los justos y salten de alegría. Entonen alabanzas a su nombre. Porque el Señor, desde su templo santo, a todos nos da su auxilio. Amén.
O Señor, tú eres el soberano del cielo y de la tierra. Guíanos en el cumplimiento de la gran misión que nos has entregado de proclamar el amor y la misericordia de Dios al mundo entero. Amén.
Pidamos al Señor que se quede con nosotros, digámosle gracias por llevarnos a la vida y por renovarnos permanentemente, por acercarse a nosotros una y otra vez y darnos a conocer al Padre.Alabado seas por siempre Señor.Que el Dios de la vida nos siga bendiciendo y acompañando hoy y siempre. Amén.
María Santísima, madre nuestra, hoy celebramos tu gran visitación, nos regocijamos al escuchar tus palabras maternales, nuestro corazón se estremece al saberte nuestra madre espiritual, Dios te eligió para merecer el gran honor de ser la Madre de Jesús; danos a cada mujer el valor de proteger cada hijo concebido, hasta gestación completa, cuidar de ellos como tú lo hiciste, con infinito amor, paciencia y valor. Amen
Que Jesús nos de la gracia de ser discípulos convencidos de su presencia entre nosotros y que la manifestemos con mucha, con mucha alegría a todos para convertir las tristezas en gozo. Esa será nuestra tarea del día de hoy, convertir las tristezas en gozos.
Señor Dios, al celebrar pronto la Ascensión de Jesús al cielo, ayúdenos a ser sus voceros y guíanos con el Espíritu de la verdad para que seamos tus apóstoles de nuestro día. Amén.
Señor, no basta decir con palabras que te creo, sino que debo esforzarme y dar mi mejor voluntad para no caer en el pecado y así honrarte, pero soy humano y cometo pecado, pero solo tú con ese desmesurado amor me puedes perdonar por tu divina misericordia. Gracias “Mi Señor” AMEN
“Si están convencidos de que mi fe en el Señor es sincera, vengan a hospedarse en mi casa”.