Dios Padre Misericordioso, que la única señal que nuestros ojos quieran ver sea la señal del Cuerpo y Sangre de Tu Hijo en la Eucaristía. Aumenta nuestra fe para creer en las enseñanzas y promesas de nuestro Señor Jesucristo y para confiar en Ti. Te lo pedimos por el poder de tu Espíritu Santo. Amén.