Señor, bendíganos para que como el Papa San León Magno, Como el Papa Francisco, y como San Pablo, y unidos con el salmista, alabemos al Señor, no siendo tontos en el uso de los medios que Dios nos da, sino con atención e reverencia, elevemos nuestras vidas al
Tí ofreciéndote todo lo que tenemos y todo lo que somos como astutos mayordomos. Amen.