Queridos hermanos, Jesucristo desea que vivamos junto a Él no tan solo en esta vida, sino también en la eternidad. Una vida junto a Él—eternamente—es lo debemos anhelar con todo nuestro ser... y vivir de tal manera que podamos lograr este anhelo. En el día de hoy pidamos al Señor por las almas del Purgatorio, para que todas ellas puedan gozar prontamente de la prescencia de Nuestro Señor. Y pidamos también por nuestras almas, para que algún día podamos ser parte del Reino de Dios, junto a todos Sus santos, y gozar por siempre de Su Eterna Presencia. Amén.