Hermanos y hermanas, dejemos que nuestros oídos estén atentos, que nuestra lengua sea el conducto para compartir palabras de buenos mensajes, y apoyo mutuo, pidámosle a Dios que nos brinde las herramientas para poder dejar de ser sordomudos, porque Jesús lo hace todo bien, y lo que pidamos en su nombre se hará. Amén.