stamos hoy, dispuestos a reflexionar el texto de Lucas, 1 del 26 al 38 este texto lo conocemos como La anunciación, en este texto vemos cuál maravilloso es el plan de salvación de Dios. Él escoge a María, para que sea portadora de ese Salvador y también nos está llamando a nosotros a que seamos parte de ese plan de salvación; en el texto del Génesis nos narran como fuimos separados a su proyecto a su amor por el pecado y ese pecado nos llevó a la muerte. Pero la descendencia de una mujer es la que va a venir a contrarrestar esa muerte, hacer que volvamos a tener amistad con nuestro Dios, vamos a ser restituidos en nuestra condición de hijos, entonces es por medio de nuestro Señor Jesucristo, Él, al redimirnos nos da la posibilidad de volver a estar cerca de Nuestro Señor y hoy en la fiesta de nuestra Madre de la Santísima Madre la Virgen María, nos reúne en torno a ser inmaculados, nos hace un llamado, porque no fue solamente ese llamado a María participar en esta historia de la salvación, sino que es a nosotros hoy particularmente a cada uno de los que estamos aquí, escuchando esta reflexión, a cada uno de los que escuchan el Evangelio en general, todos estamos invitados a ser parte de esa historia de salvación en la que nos invita a que también nosotros vengamos y hagamos parte de Jesucristo; Él que nos trae nuestra redención y podamos poseer este aroma purificador del perdón; de esta manera nosotros vamos a hacer inmaculados como nuestra Madre, vamos a poder ser salvados por Él y ser consecuentes con ese llamado que nos tiene. Hoy nos llama a que podamos decirle un Sí pero un Sí de verdad, comprometido a que transformemos nuestra vida, a que transformemos nuestros ser a imagen de la Virgen María inmaculada.