Que escuchemos, Señor, la amonestación de los profetas que nos llaman al arrepentimiento, a la enmienda, a la misericordia y la justicia. Que superemos la maldad de nuestros pecados y delitos, los personales y los sociales, y que nos esforcemos para que en esta Cuaresma crezcamos en una verdadera conversión que permita la salvación de todos en Cristo. Amén.