Concédenos, Señor, caminar y acompañarte hacia tu pasión para que nosotros también muramos a los pecados que hemos cometido, para que abandonemos la vida antigua de pecado y nos unamos a ti en la esperanza de una vida nueva y eterna. Esto concédelo, Señor a todos, particularmente a nuestros seres queridos que se nos han adelantado a la casa del Padre. Amén.