Señor, háganos entender la profundidad de su reino, y el gran valor de tu Palabra que nos hablas todos los día para formarnos como tus discípulos. Y como Jeremías y los seguidores de Jesús, danos la fuerza de poner en práctica tu Santa Palabra en todos los aspectos de nuestras vidas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.