Mis hermanos y hermanas, les invito a hacer una pequeña oración para terminar nuestra reflexión: Señor Jesús, gracias por la Iglesia que has establecido en el mundo para salvarnos. Gracias por la misión de la Iglesia, por los sacramentos, la Santa Misa, los ministerios, y por compartir con nosotros tu gloria. Protege a tu Iglesia, Señor, y enséñanos a vivir como hijos de Dios entre hermanos. Señor San José patrono de la Iglesia, ruega por nosotros. Amén.