Dios, Padre de Bondad, envía tu Espíritu Santo a nuestras vidas para que sepamos confiar en tus promesas y actuar con fe, a la luz de las Bienaventuranzas. Fortalece nuestros espíritus para enfrentar la adversidad y concédenos la dicha de ser llamados bienaventurados al entrar en tu Gloria. Amén.