Señor Jesús, habiendo meditado en tu Palabra, sabemos que tu no nos das pruebas mayores a nuestras fuerzas y que también eres justo en pedir frutos de lo que nos has encargado. Envía tu Espíritu Santo a nuestras vidas para que dirija nuestras obras con tu amor y así poder cumplir con nuestra responsabilidad cristiana – la caridad. Te lo pedimos por la intercesión de María de Nazareth, tu dulce y santa Madre, y por el señor san José. Amén.