A nosotros como católicos, nos corresponde agradecer a Dios por esta devoción al Sagrado Corazón de nuestro Señor Jesucristo, que nos revela el amor, la bondad y la misericordia de Dios, y que permanece siempre abierto para nosotros, para refugiarnos en él, vivir en é y descansar en él. Sagrado Corazón de Jesús, en ti confía. Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo. Amén.