Lo que tengan nuestros corazones lo que va a hablar nuestra boca. Pidámosle al Señor que nos ayude a abrir el entendimiento para conocerlo cada vez más a Él, que nos ayude cambiar este corazón que es duro, como piedra, que sea como el corazón de Él que es limpio y dulce. Nuestra tarea, poner siempre siempre toda nuestra vida en las manos del Señor. Gracias.