Entonces, la reflexión del día de hoy es: ¿Cuántas veces Dios me ha enviado a que, por favor, me acerque a aquellas personas que necesitan de Dios y cómo lo estoy haciendo? Si lo estoy haciendo una manera hostil o le estoy mostrando la misericordia de Dios por medio de mi vida, de mi ser y de mi trato con los demás.