Señor Jesús, haz que tu reino venga a nuestro mundo, tan lleno de injusticias y tensiones. No me enorgullece sentir envidia y resentimiento de los demás, ayúdame a confiar en tu generosidad y misericordia, a confiar en que no me pedirás más de lo que puedo dar, y en que todo lo que me suceda pueda sentir el amor que me tienes. Amen.