San Benito abad, padre y protector nuestro, tú no te antepusiste a nada ante Cristo desde que lo hallaste en la oración. Intercede para que también nosotros podamos encontrarlo y así vivamos en el amor del Eterno Padre y en la victoria de la Cruz de su Hijo. Que unamos nuestros sufrimientos a los de la para la redención de nuestros pecados. Amen.